martes, 25 de julio de 2017

Puntos suspensivos




Lo peor del amor, cuando termina,

son las habitaciones ventiladas,

el solo de pijamas con silenciador,

la adrenalina en camas separadas.

Lo malo del después son los despojos

que embalsaman los pájaros del sueño,

los teléfonos que hablan con los ojos,

el sístole sin diástole ni dueño.

Lo más ingrato es encalar la casa,

remendar las virtudes veniales,

condenar a galeras los archivos.

Lo atroz de la pasión es cuando pasa,

cuando, al punto final de los finales,

no le siguen dos puntos suspensivos…


(Joaquin Sabina)


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